Sexualidad consciente

Sexualidad conscienteMuchos de los problemas sexuales de impotencia, eyaculación precoz, anorgasmia, falta de deseo, incluso infidelidad, derivan de la dificultad por parte del hombre o la mujer en entregarse en la relación afectiva a un nivel profundo, abandonarse al control, implicarse en la relación de pareja e incluso en dónde y en qué cantidad invierten su lívido, energía. Otras personas basan la sexualidad en un intento de proteger su imagen, demostrar virilidad, en detrimento de disfrutar de un acto de entrega, amor, erotismo, sensualidad, caricias, ternura,

Tenemos por un lado a la televisión con sus anuncios publicitarios siempre en distorsión de lo que es realmente la feminidad o la masculinidad auténtica y madura, la pornografía y el mensaje de que ambos miembros deben llegar al orgasmo al mismo tiempo, los multi orgasmos femeninos, la super virilidad del hombre, por no hablar del tamaño del pene y de los pechos,… No hacen más que crear metarrelatos en la psique humana de difícil salida creando adicciones,  infidelidades, roturas de pareja, falta de comunicación, frustración, aislamiento, soledad…

Este artículo pretende dar otro enfoque a esta sexualidad distorsionada que los medios de comunicación y la propia cultura social pretende difundir.

Existe una gran tendencia a no comunicar a la pareja las necesidades afectivas o preferencias sexuales. A muchas personas les cuesta salir de su timidez, miedo y les resulta difícil expresar sus afectos por miedo a ser abandonados, rechazados, ridiculizados, incomprendidos,… A algunas personas les falta vocabulario emocional para poder poner nombre a lo que están sintiendo, expresar su tristeza o su felicidad respecto a la persona amada, así que a veces guardan lo que tienen en su corazón o en su mente y cuando consiguen poder expresar aquello que estaba retenido la comunicación resulta demasiado fuerte, violenta, haciendo culpable al otro, reprochando, censurando,… Y por lo contrario si no expresamos nuestros afectos puede generar en la otra persona inseguridad, desconfianza, …

Con el tiempo y el paso de los años las personas van soportando situaciones a veces traumáticas, dolorosas que incluyen los celos, las infidelidades, las humillaciones, … En ocasiones malos tratos físicos y psicológicos, así muchas parejas tienen que soportar cargas de la historia pasada de su pareja. Por ejemplo a la mujer seguramente le costará olvidar que los hombres son mentirosos, infieles e inmaduros. Él se protegerá pensando que no se puede confiar en las mujeres, que son unas manipuladoras, víboras e interesadas y que en cualquier momento lo pueden abandonar e incluso humillar sexualmente.

Pero a pesar de todo esto, hombre y mujer (en relación heterosexual) se buscan innegablemente y sin cesar para alcanzar esta alquimia, la unión de las almas.

Lo que yo hago en la terapia de parejas es hacer tomar consciencia a cada uno de lo que es suyo para que pueda tomar responsabilidad de sus necesidades y afectos y no proyectarlos en el otro. Lo femenino y lo masculino son dos opuestos de la misma moneda, el yin y el yang, el sol y la luna, la noche y el día, y por tanto traen la sombra dentro de la relación de pareja, los contrarios, y la sombra a menudo trae el dolor, ahí radica el crecimiento y la mayor transformación alquímica. Cuando se comprende la naturaleza de la diferencia entre los sexos, se puede aprender a usarla en beneficio de la pareja y de la relación pues ambos traen unos dones innegables y de suma honra; lo que le falta al hombre la mujer lo tiene en demasía y viceversa. Aprender cómo hacer de las diferencias una ventaja para la relación, aprender cómo esas diferencias pueden satisfacerla en vez de erosionarla o gastarla, es de lo que trata la terapia de parejas.

La sexualidad femenina

Puesto que la necesidad de intimidad es tan básica para las mujeres, es necesario que cada mujer la defina por sí misma

yin y yang

 y luego comunique su significado personal a su amante. Esto no es tan fácil de lograr. Por naturaleza y físico, las mujeres son introvertidas desde el punto de vista sexual; contienen su sexualidad. Sus órganos sexuales, sus zonas más sensibles son internas y están protegidas. No es difícil comprender cómo podría afectar esto en la habilidad de la mujer para hablar sobre sus sentimientos sexuales más profundos, de lo reservada que podría sentirse respecto de ellos. Pero una mujer tiene que hacer que su amante comprenda lo que significa la intimidad. Cuando lo consiga, su esfuerzo le será recompensado mil veces.

La sexualidad masculina

La naturaleza sexual del hombre es fundamentalmente extrovertida y proyecta muestras físicas obvias sobre lo que le excita. Dicho de forma simple, el sexo excita a la mayoría de los hombres. El sexo les hace apasionados. Los hombres aman el sexo: les encanta dos cuerpos desnudos y entrelazados juntos y se vuelven locos con las mujeres que aman el sexo.

La mayoría de las mujeres desean una experiencia de amor sentido de corazón o lleno de alma; la mayoría de los hombres quieren una experiencia glandular. Así aparecen dos opuestos, y si iniciamos una lucha de poder, algo bastante frecuente dentro de la relación, el más fuerte o el que domina más dentro de la relación se lleva a su terreno el tipo de sexualidad o relación en la que se identifica y el que se somete tarde o temprano acumulará rabia e indignación por la falta de elección. Si el hombre y la mujer además de comprender, aceptan estas diferencias entre género ambos pueden crear un tipo de relación en donde el respeto, el amor, la inclusión estén presentes y se completen. Si una mujer se siente amada y respetada en su tiempo, ritmo, ciclicidad interna, será sumamente erótica y sensual, jugosa, apasionada, amorosa,… pero cuando falta la intimidad es difícil para muchas mujeres sentir pasión o estar satisfechas, y cuanta más intimidad falte en una relación, más desapasionada e insatisfecha, sola, se sentirá la mujer.

En la terapia de parejas doy herramientas para fomentar esta intimidad. Una de ellas es introducir la respiración consciente paraAbrazo de cucharita abandonar la mente y bajar al cuerpo y sentir; sentir el cuerpo físico y el emocional, el energético en uno mismo y en su pareja, también trabajamos con distintas posturas, abrazos, para crear un espacio de intimidad entre ellos en donde los amantes puedan darse y recibir energía. Trabajo con la mirada y otras técnicas que ayudan a crear intimidad y que luego pueden aplicar en su hogar y nido de amor.

Continuará… Y hablaré sobre la anorgasmia vaginal femenina, la ley de atracción, polaridad entre géneros, el yin y el yang en el acto sexual y muchas cosas más… En breve…

Puedes contactar directamente conmigo y solicitar información…

Esther Farga

Analista Psico Corporal