La violencia o agresividad pasiva

¿Sabías que para ser violenta/o no es preciso ni siquiera pestañear? ¿Qué ni siquiera tienes que sacarte una mano del bolsillo? ¿Y tampoco mover un pie del suelo?
 
Para ser violento solo necesitas el silencio, la ignorancia, el desprecio, la humillación, la denuncia (en los casos que se usa como ajuste de cuentas o despecho), la manipulación, “la broma” mediante la ironía, lo pongo entre comillas porque una broma nunca tiene que ser ofensiva pero se usa a veces como indirecta, que es esa patadita por debajo de la mesa que parece una broma pero va cargada de segundas intenciones.
Para ser violento vasta con ponerte por encima del otro, con querer tener la razón o no dársela al otro anulando su opinión, con competir para ver quién es más que quien o quien tiene más o se queda con más, con excluir al otro dejándolo fuera de la relación porque piensa o es distinto a ti (no tiene nada que ver con poner límites o el contacto cero tras una ruptura).
Para ser violento solo necesitas la ausencia, ese estoy pero no estoy, te digo que quiero estar contigo pero que vamos muy rápidos, te digo que quiero estar contigo pero no te demuestro con mis cuidados que estoy en la relación, te digo que estoy pero en el fondo no estoy porque en realidad no quiero estar pero tampoco quiero soltarte, porque hay algo que sí me gusta pero no todo, tal vez sea que no quiero estar solo/a, tal vez sea tu amistad lo que quiero, el sexo contigo o tu dinero, tal vez porque me gusta tu vida porque yo no he construido la mía y la mía me parece poco interesante, tal vez porque me interesan tus contactos o el prestigio que me da que me vean contigo, o el posicionamiento social o simplemente porque la imagen de hombre o mujer seria, formal, padre de familia o no, responsable que tengo frente al mundo, frente a la sociedad, mis hijos, el mundo me da seguridad y porque no me atrevo a vivir como realmente quiero vivir o como soy.
 
Todos hemos sentido miedo en algún momento o frente a la idea de soltar una relación, y todos/as hemos necesitado de ese tiempo de reflexión, madurez de la idea hasta dar el paso de comunicarnos, que dicho sea de paso, cuanto antes puedas comunicar cómo te sientes al otro/a menos distancia emocional se produce entre ambos y a veces ayuda a encarrilar la lejanía. Pero no me refiero a eso, me refiero a la utilización, cuando uno es consciente de que ya no hay deseo de cuidar de la relación pero sigo alimentándome de lo que no quiero soltar (vampiros emocionales).
 
Para ser agresivo pasivamente o violento pasivamente solo necesitas ser infiel, faltar a los acuerdos explícitos (los que hemos pactado), a la mentira… E igual que existe la agresividad pasiva también existe el violador pasivo, ¿y cómo es un violador/a pasivo/a? Pues es aquél/a que utiliza todos o algunos de los anteriormente descritos, la seducción, la manipulación, el engaño, el ponerse por encima, etc, para lograr lo que desea sin tener que usar la fuerza física.
Tal vez al leerme te reconozcas en este concepto de agresividad pasiva, todos en algún momento de nuestra vida lo hemos sido, normalmente cuando se es joven emocionalmente, ¿por qué? Porque esta sociedad, que me repito siempre, es tóxica por naturaleza, nos ha educado a ser obedientes y a reprimir nuestra agresividad, una agresividad que bien utilizada sirve para conducir nuestra vida, poner límites, tomar decisiones, pero ¿qué hacer cuando nadie nos ha enseñado? Ante todo, asumir que hemos reprimido nuestra agresividad / asertividad y que fruto de la educación recibida nos hemos comportado así, hemos sido agresivos o hemos tolerado la agresividad siendo agresivos con nosotros mismos, pero ahora no podemos victimizarnos y echar las culpas a la educación recibida, ahora podemos aprender a hacerlo distinto, primero reconociendo que hemos reprimido nuestros enfados y que hemos aprendido a sacarlos por debajo de la mesa, luego asumiendo los errores y las consecuencias fruto de esa manera aprendida de gestionar nuestra vida y nuestras emociones y el segundo paso es pedir ayuda y aprender a ser asertivos, a poner límites amorosamente firmes y a decidir en base a nuestras necesidades incluyendo a los otros en nuestras decisiones.
 
Hasta hace poco solo se hablaba de la violencia física cuando escuchábamos esos casos tan terroríficos en los medios de comunicación, mi deseo es el de traer conciencia de todas las formas de violencia pasiva pues a la violencia física se llega mediante o a través de los distintos tipos de violencia, no entraré a profundizar en esta ocasión pero poco a poco os iré haciendo conscientes:
Solo un pequeño adelanto y este tipo de violencia no tiene género: Violencia emocional, violencia verbal, violencia psicológica, violencia económica, violencia patrimonial, violencia vicaria, violencia sexual, violencia física, negligencia, violencia autoinfligida, la interpersonal, la colectiva, …
 
Todos/as tenemos dentro a una víctima y a un victimario, es decir, a una víctima y a un verdugo, hacer consciente estas partes en nosotros es esencial porque podemos estar agrediendo pasivamente y nos ser conscientes por falta de cultura. ¿Quieres saber si estás siendo agresivo pasivamente? Observa cómo actúa la gente de tu entorno contigo y cuestiónate luego a ti y saca tus conclusiones.
 
Como ves para ser agresivo pasivamente no hace falta gritar, pero este tipo de agresividad es más desconocida y detrás de ella siempre hay un miedo, un temor, a perder algo de tu identidad o a alguien, a renunciar a algo que nos da cierta tranquilidad y que nos permite seguir en nuestra zona de confort.
 
Te animo a que verbalices lo que sientes, lo que te pasa, cómo lo vives, por más incómodo que sea la sinceridad no lleva agresividad y trae luz, intimidad y cercanía, y desde allí se pueden construir relaciones únicas, distintas y a vuestra medida.

¿Por qué nos cuesta tanto comunicarnos?

        
Hoy quiero hablarte de por qué nos cuesta tanto comunicarnos… Tengo varias opiniones, una de ellas es que cuando hablamos creemos que somos poseedores de la verdad cuando tal verdad no existe, existe mi interpretación de la realidad pero no la verdad absoluta, o en todo caso existe tu verdad y mi verdad.
 
Otro aspecto que interviene en nuestra comunicación son nuestras creencias. Puede haber un hecho objetivo, científico o no, pero si a ese hecho yo le añado mi creencia esto implicará unas emociones, comportamientos, … Por ejemplo, yo puedo creer que existe Dios pero a este Dios nadie lo ha visto por lo tanto solo puede ser una creencia motivada por la fe, así pues en base a esta creencia yo tendré también unas emociones asociadas de miedo si incumplo lo establecido o por el contrario de confianza si sigo esos mandatos, pero mi vida girará entorno a este pensamiento, también mis conductas y emociones. O por ejemplo puedo creer que la vacuna contra la covid es segura o no, en base a esta creencia yo tendré unas emociones u otras, también unas decisiones…
 
Ahora bien, para que una comunicación nutra el vínculo con la otra parte, lo que importa no son nuestras creencias si no el grado de apertura a aceptar las creencias de los otros, escuchar queriendo entender, queriendo comprender, queriendo aceptar y queriendo respetar (ECAR) pero sobre todo queriendo escuchar con la curiosidad de un niño, hacer preguntas. Por ejemplo, cuando tu pareja dice que se siente maltratada por ti en algunos momentos tú puedes ponerte a la defensiva con lo cual nadie se defiende si no es que se ve acorralado por la “verdad” o puedes tener curiosidad y hacer preguntas del tipo, “a ver, cuéntame en qué situaciones o momentos yo hago eso que hace que tú te sientas mal tratad@, no quiero que te sientas así y si es algo que yo hago inconscientemente me gustaría saberlo para poder corregirlo, por ejemplo, ¿qué día lo hice, qué te dije, cuál era mi tono? ¿Puedes avisarme la próxima vez cuando lo esté haciendo para poder darme cuenta en el mismo momento?” Eso es escuchar con interés y con ganas de mejorar la relación… Aplicable a todos los tipos de relaciones.
¿Pero sabías que en la comunicación también influye el lenguaje corporal, el tono de voz, la mirada…? Sí, por que el ser humano ha recibido una educación y es capaz de poder dialogar y decir cosas muy correctas pero a veces el lenguaje corporal, el tono y la mirada expresan cosas bien contrarias y a veces pensamos estar diciendo una cosa pero el otro está leyendo otra, ¿a quién creemos entonces? SIEMPRE AL CUERPO, el cuerpo nunca miente (por eso en la terapia psico corporal siempre trabajamos el cuerpo porque la persona en su relato puede decir muchas cosas pero el cuerpo nunca miente).
 
La mayoría de nuestras conversaciones parecen una batalla entre el bien y el mal, lo bello y lo feo, lo correcto y lo incorrecto y allí ninguna comunicación es posible porque nuestros sentimientos no se pueden encasillar dentro de estos parámetros pues no hay tampoco emociones buenas o malas, negativas o positivas, las emociones son información que vienen de nuestro inconsciente para conocernos, ayudarnos a tomar decisiones, evolucionar, sanar, crecer…
 
Cuando no sabemos dialogar todo conflicto solo sirve para dividir, separar, aislarnos… Se supone que en la vida adulta ya deberíamos de haber aprendido este arte, ¿un niño sabe expresar lo que siente? Sí, nacemos llorando y rabiando pero es la cultura, la sociedad, la educación recibida en casa que nos va castrando y reprimiendo, enajenando y juzgando a veces por cómo somos, sentimos, por cómo nos comportamos, expresamos… y ese niñ@ termina por dudar de sí mism@, de lo que siente hasta tal punto que deja de compartirse con el mundo hasta llegar a la vida adulta con un cuerpo adulto pero relacionándose con los mismos miedos, “si digo lo que quiero o cómo lo quiero no me aceptarán, si cuento lo que me pasa no me entenderán, si me muestro como soy tal vez me juzgarán o no les gustará esta versión de mí, preferirán la otra, o abusarán de mi buena fe o me invadirán y no podré poner límites”, etc así que a la hora de hablar adoptaré estrategias que pueden ir desde la manipulación, al desprecio, al silencio ruidoso como agresión pasiva o al silencio por sometimiento, a la dominación/sumisión, a la imposición (amenaza) o a la obediencia, a la intolerancia, a la mentira, … cuántas veces no decimos lo que sentimos esperando que el otro interprete lo que nos pasa igual que cuando éramos niñ@s y llorábamos y mamá o papá tenían que hacerse distintas preguntas: ¿tendrá hambre?, ¿querrá que le cambie los pañales? ¿le dolerá la pancita? ¿querrá contacto físico? ¿estará cansad@? ¿Qué le pasará? Cuando somos niñ@s son los adultos quienes tienen que deducir lo que nos sucede, ahora de adultos es nuestra responsabilidad expresarnos porque de lo contrario no estamos tomando partido en nuestra vida…
 
Para sobrevivir a este mundo todas las personas desde niños hemos tenido que desarrollar una identidad (ego), cuando discutimos cualquier duda sobre cómo nos comportamos es una amenaza a nuestra identidad pero la identidad no es lo que somos, es solo lo que nosotros hemos construido para protegernos, la imagen que hemos querido mostrar, pero si no sabemos quiénes somos o tenemos una identidad frágil que cualquiera con una crítica nos puede romper, incluso a veces somos nosotros mismos quienes nos juzgamos y rompemos y eso es tremendamente doloroso. Mario Alonso Puig (psicólogo) en una charla decía que debemos asegurarnos que nuestra vida sea pilotada por la conciencia y que en el asiento del copiloto quien vaya sentado sea el ego, es esto mismo… Saber distinguir entre quienes somos (conciencia) y cómo nos mostramos (ego).
 
Así pues, el reto es poder dialogar sin entrar en la intolerancia, sin entrar en la dinámica de amigos/enemigos, para eso es importante saber observar nuestras creencias y cómo se han originado, así yo puedo renunciar a no apegarme a esa creencia y así no perderme a mí. Pondré otro ejemplo y ya voy terminando, si yo pienso, es decir, tengo la creencia, que llorar es de personas débiles o decir te amo, expresar mis necesidades emocionales al otro, etc. y un día lo hago pensaré que soy débil y sufriré pensando que los otros creerán que soy débil, si me doy cuenta de que eso es una creencia que tengo, que en verdad llorar es propio del ser humano. así como expresar nuestros sentimientos y necesidades y que si lloramos es simplemente porque algo nos ha traspasado y dolido y porque no estamos reprimidos y tenemos el suficiente amor propio como para aceptarnos tal como somos sin vivirlo mal pero si tengo la creencia que llorar es de débiles entonces probablemente si algo me afecta solo podré llorar si estoy solo/a, cuando nadie me vea ¿por qué? Porque yo me rechazo y es mi manera de protegerme de que otros me rechacen también…

Pero si además tengo la creencia de que tú eres insuficiente, inadecuado/a, débil, histérico, dramático, intenso, malo, vago, etc… ¿Cómo podré amar eso en ti si yo mismo lo juzgo al creérmelo? Pero lo peor es que todo eso que veo en ti habla de lo que no tengo resuelto en mí y por eso lo veo y por eso me molesta…
 
Dialogar nos permite llegar a acuerdos explícitos, decir cómo queremos que sea nuestra relación, cómo me afectan tus movimientos, cómo soy, cómo vivo bajo mi piel los acontecimientos de la vida y cómo ha sido incluso mi pasado… Y solo podemos dialogar cuando tenemos suficiente autoestima para poder mostrarnos como somos, para poder recibir las críticas u opiniones ajenas, cuando podemos mostrarnos a pesar de nuestras diferencias porque si no nos expresamos ¿cómo podemos construir esa intimidad y cercanía con la otra persona? El erotismo, la sexualidad se da cuando hay intimidad, cuando sentimos al otro como amigo.
 
Para construir relaciones sanas tenemos que estar preparados para tener conversaciones incómodas, difíciles, ser capaces de escuchar voces que no nos gustan, opiniones de los otros sin ponernos en alerta, darnos el derecho de tomar nuestro espacio y atrevernos a vivir la posibilidad de ser juzgados por los otros pero no por nosotros mismos al callarnos.
 
Terminaré diciendo que una relación es como el fuego, hay que mantener la llama encendida pero sin que nos abrase a nosotros y tampoco dejarla apagar por no haberla cuidado o asfixiado y es responsabilidad de las dos partes cuidar de ese fuego.

¿Qué significa ser adulto/a?

¿Sabías que las tres causas principales de rupturas en las relaciones de pareja son debido a problemas económicos,  sexuales  y problemas con la familia de origen? ¿Es tu caso?

Para que una relación funcione es primordial que haya dos adultos, cuando en una relación uno o ambos miembros todavía son hijos los roles serán de mamá-hij@, papá-hij@… Así podemos decir que ser adulto/a significa ser independiente emocionalmente, económicamente y sexualmente. Entonces si la relación no se da entre dos adultos habrá que construirlos Y NUNCA ES TARDE… Y esta construcción se puede hacer en solitario o dentro de la misma relación, no siempre es necesario cortar lazos, hay que verlo. ¿Por qué digo que para amar se necesitan dos adultos? Porque un adulto que sigue siendo hijo es una persona que no ha recibido en su niñez lo necesario para su salud emocional y lo va a estar reclamando a la pareja o huyendo de eso; amor, confianza, seguridad, escucha profunda, límites, tiempo, dedicación, aceptación,…

Así pues, el amor no significará lo mismo para una persona que se ha sentido amada en su infancia que para otra que se ha sentido sobreprotegida, invadida, controlada, maltratada, abandonada, etc. Una persona que tiene una buena relación con el amor sabrá que el amor es nutritivo, reparador, calma, da paz, etc mientras que una persona que tenga una mala experiencia en relación al amor es posible que lo sienta como pérdida de libertad, agobio, cárcel, peligro, amenaza, cursilería, aburrimiento, infantil, …

Según como hemos creado nuestros primeros vínculos con nuestra madre o esa persona que hiciese de figura materna, que es nuestra figura de apego, es que se forman los 4 tipos de apego en las relaciones:

– Apego
seguro (una madre que ha podido estar por la crianza, que ha podido generar un vínculo entre madre e hijo/a, que el niño/a ha sentido que podía confiar sus sentimientos, necesidades, afectos en ella y eso ha generado en la persona un sentimiento de seguridad y confianza en el amor.
– Apego ansioso o ambivalente (esas madres que por cuestión de trabajo o aspectos psicológicos a veces están y a veces no, no sabiendo el niño o niña si va a poder contar con ella siempre o se va a poder sentir abandonado)
– Apego desorganizado
(cuando hay caos emocional, mucho stress, hiperactividad, fiesta, adicciones, esas madres que necesitan socializar mucho y estar con mucha gente, etc.)
– Apego evitativo (cuando la madre es una madre fría, distante afectivamente, o desconectada de sus sentimientos o ha habido muchos hermanos o pocos pero muy seguidos y el niño/a no pudo recibir toda la atención necesaria, una madre que ha trabajado mucho y no ha podido atender a su hijo/a, etc.)
El padre también interviene en esta crianza pero ahora me centro en los tipos de apego de nuestra primera infancia. ¿Puedes imaginarte cómo puede ser la relación entre dos personas con tipo de apego ansioso y evitativo? Ya te lo digo, de mucho sufrimiento, y entre dos personas de tipo evitativo? Imagínate las posibles combinaciones o mejor aún, haz un repaso en tu historia y observa qué tipo de pareja has buscado y qué tipo de apego eres…


Y es en esta combinación de posibles relaciones donde se tejen nuestros miedos, conflictos, carencias, creencias, celos, inseguridades, necesidades insatisfechas, etc.
 
Sabemos que una persona que no se sienta adulta siempre albergará dentro de sí esos sentimientos infantiles no expresados de inseguridad, frustración, impotencia, dependencia, sentimientos de inferioridad (aunque pueda compensarlos con aires de grandeza), envidia, prejuicios, resentimientos hacia esos progenitores que no acompañaron su crecimiento y autonomía. Como en esta sociedad a los niños se nos educa para complacer a los adultos (para ser sumisos) ahora de adulto buscará a personas que se parezcan a mamá o papá para seguir sometiéndose o buscará personas totalmente diferentes (pero que en el fondo es lo mismo) para poder dominar y no sentir el dolor, miedo, enfado, … que vivió en su infancia. Toda hostilidad expresada o callada a la pareja nunca es hacia ella, es a veces hacia uno mismo y a veces hacia ese progenitor que no maduró emocionalmente y que cometió el abuso, la invasión, el agobio, la sobreprotección, el control, el abandono, el maltrato, la ausencia, la dependencia…

Usamos esta información NO para competir con nuestra pareja sino para sanar aquello que nos unió a él/ella y crecer al niño o la niña que fuimos y todavía llevamos dentro. Si te ha interesado este texto puedes ampliar información con esta lectura: MANERAS DE AMAR – Doctor AMIR LEVINE y RACHEL HELLER.

Toda crisis viene para resolver aspectos nuestros inconscientes, viene para sacudirnos y hacernos evolucionar. Si necesitas ayuda individual o de parejas atiendo en Girona, Barcelona y online.

Un abrazo… Sigamos creciendo…

Esther Farga

La enfermedad como creadora de cambio

El cuerpo enferma porque es la manera que tiene nuestra alma, nuestro Ser, de hablarnos. Somatiza porque no la escuchamos. Vivimos tan fuera de nosotros mismos, tan desconectados de nuestro sentir, de nuestras emociones, tan lejos de nuestro cuerpo que la enfermedad en realidad viene para despertarnos, para hacernos reaccionar y atender lo que no estamos atendiendo. Es el límite que nosotros no podemos poner a nuestra propia existencia y si en lugar de corregir nuestro comportamiento lo que hacemos es eliminar el síntoma a través de atajos y cortafuegos como fármacos o intervenciones que podrían evitarse en la gran mayoría de casos, en algunas ocasiones la enfermedad podrá aparecer más adelante, tal vez, con más intensidad en otra zona pero probablemente guardando alguna relación con la anterior.


Si sabemos que el origen de toda enfermedad es el stress, y que el stress no es otra cosa que miedo a estar en contacto con lo que nos pone en conflicto, y que el ser humano ante el miedo se defiende como en el reino animal mediante la huida, la immobilidad o la defensa, esto en el ser humano se traduce en hiperactividad como forma de evasión, huida, para no estar en contacto con nosotr@s mismos, la pasividad, inacción, bloqueo, a la hora de tomar iniciativas, sentirnos, avanzar hacia algo, o la defensa, impulsividad, reacción, para no sentir el dolor, la vulnerabilidad, la fragilidad del ser humano.

Sabemos que el miedo es lo que nos hace tensar la musculatura, encogernos, endurecernos y bloquear así órganos, regiones del cuerpo, etc. creando así una coraza muscular que hace la función de bunquer de contención, escudo para no sentir nada o poco, y que es también a través de la ingesta de algunos alimentos (café, azúcar, pan, grasas, picante, burbujas, etc) y sustancias tóxicas (tabaco, alcohol, drogas duras, etc) o adicciones comportamentales (compras, tv, sexo, masturbación, hablar compulsivamente, trabajo, personas, etc) que también podemos desconectarnos del miedo, vacío momentáneamente, con todo esto ya tienes una pista, revisar tus miedos, tus creencias limitantes, revisar el niño/a que fuiste en el pasado y que aprendió a hacer las cosas de una determinada manera y que casi con total seguridad sigue arrastrando esos comportamientos a día de hoy, esa personita a quien tal vez le faltó seguridad, amor, acompañamiento, paciencia, reconocimiento, atenciones, juegos,… ya sea por ausencia emocional de los padres, por tener padres inmaduros emocionalmente, rígidos, exigentes, incluso maltratadores activos o pasivos o por haber sufrido sobreprotección en otros casos, generando con todas estas posibilidades niñ@s en algunos casos castrados, sumisos, inseguros, rebeldes, agresivas, duras, adictas, ausentes, inválidas emocionalmente, con un ego infravalorado en unos casos u omnipotente en otros pero lejos de ser un ser humano viviendo en un cuerpo y en contacto con sus emociones.

La mayoría de patologías son reversibles pero como los miedos muchas veces son de índole inconsciente porque se han normalizado, reprimido a veces se requiere de ayuda profesional para llegar a ellos.

Para entender el mensaje que trae consigo la enfermedad primero tienes que ver en qué zona del cuerpo está; cabeza, ojos, garganta, corazón, sexualidad, piernas, manos, estructura ósea, etc… Y luego podrías preguntarte: ¿Para qué sirve este órgano o parte del cuerpo a nivel funcional pero también a nivel subjetivo, es decir, qué significado tiene para ti… ¿Qué me impide hacer esta enfermedad? ¿Qué me obliga a hacer? Y déjate sorprender por las respuestas que vengan de tu voz interior (no de tu cabeza). Si no viene nada no te preocupes, podrás ir adquiriendo esa práctica.

Si además sabemos que los órganos están relacionados con nuestras emociones deseo pues que te sea más fácil poder recomponer tu mapa emocional:

Riñones: tienen que ver con el miedo.

Hígado: tiene que ver con nuestra infancia, pudimos poner límites y crecer con dignidad? Sin perder nuestra ternura e inocencia o aprender a porner límites es una tarea todavía por aprender? ¿Te cuesta recbir los límites? ¿Las críticas?

Corazón e intestino delgado: Las patologías asociadas a estos órganos se forman en nuestra adolescencia y tiene que ver con como nos vinculamos afectivamente y con la manifestación de la alegría.

Estómago: Tiene que ver con cómo gestionamos y digerimos nuestras emociones y con el cuidar de nuestras necesidades emocionales.

Pulmones: guardan relación con la tristeza, con como enfrentamos las pérdidas y las despedidas, los procesos de muerte, separación.

Esqueleto: grave conflicto de desvalorización. Esta persona todavía necesita estructurarse internamente

etc, etc, etc.

Si necesitas guía para entender qué puede estar pasándote no dudes en contactar conmigo. Atiendo en Girona y Barcelona. También online para consultas concretas.
Texto: Esther Farga

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Sexualidad consciente

Sexualidad conscienteMuchos de los problemas sexuales de impotencia, eyaculación precoz, anorgasmia, falta de deseo, incluso infidelidad, derivan de la dificultad por parte del hombre o la mujer en entregarse en la relación afectiva a un nivel profundo, abandonarse al control, implicarse en la relación de pareja e incluso en dónde y en qué cantidad invierten su lívido, energía. Otras personas basan la sexualidad en un intento de proteger su imagen, demostrar virilidad, en detrimento de disfrutar de un acto de entrega, amor, erotismo, sensualidad, caricias, ternura,

Tenemos por un lado a la televisión con sus anuncios publicitarios siempre en distorsión de lo que es realmente la feminidad o la masculinidad auténtica y madura, la pornografía y el mensaje de que ambos miembros deben llegar al orgasmo al mismo tiempo, los multi orgasmos femeninos, la super virilidad del hombre, por no hablar del tamaño del pene y de los pechos,… No hacen más que crear metarrelatos en la psique humana de difícil salida creando adicciones,  infidelidades, roturas de pareja, falta de comunicación, frustración, aislamiento, soledad…

Este artículo pretende dar otro enfoque a esta sexualidad distorsionada que los medios de comunicación y la propia cultura social pretende difundir.

Existe una gran tendencia a no comunicar a la pareja las necesidades afectivas o preferencias sexuales. A muchas personas les cuesta salir de su timidez, miedo y les resulta difícil expresar sus afectos por miedo a ser abandonados, rechazados, ridiculizados, incomprendidos,… A algunas personas les falta vocabulario emocional para poder poner nombre a lo que están sintiendo, expresar su tristeza o su felicidad respecto a la persona amada, así que a veces guardan lo que tienen en su corazón o en su mente y cuando consiguen poder expresar aquello que estaba retenido la comunicación resulta demasiado fuerte, violenta, haciendo culpable al otro, reprochando, censurando,… Y por lo contrario si no expresamos nuestros afectos puede generar en la otra persona inseguridad, desconfianza, …

Con el tiempo y el paso de los años las personas van soportando situaciones a veces traumáticas, dolorosas que incluyen los celos, las infidelidades, las humillaciones, … En ocasiones malos tratos físicos y psicológicos, así muchas parejas tienen que soportar cargas de la historia pasada de su pareja. Por ejemplo a la mujer seguramente le costará olvidar que los hombres son mentirosos, infieles e inmaduros. Él se protegerá pensando que no se puede confiar en las mujeres, que son unas manipuladoras, víboras e interesadas y que en cualquier momento lo pueden abandonar e incluso humillar sexualmente.

Pero a pesar de todo esto, hombre y mujer (en relación heterosexual) se buscan innegablemente y sin cesar para alcanzar esta alquimia, la unión de las almas.

Lo que yo hago en la terapia de parejas es hacer tomar consciencia a cada uno de lo que es suyo para que pueda tomar responsabilidad de sus necesidades y afectos y no proyectarlos en el otro. Lo femenino y lo masculino son dos opuestos de la misma moneda, el yin y el yang, el sol y la luna, la noche y el día, y por tanto traen la sombra dentro de la relación de pareja, los contrarios, y la sombra a menudo trae el dolor, ahí radica el crecimiento y la mayor transformación alquímica. Cuando se comprende la naturaleza de la diferencia entre los sexos, se puede aprender a usarla en beneficio de la pareja y de la relación pues ambos traen unos dones innegables y de suma honra; lo que le falta al hombre la mujer lo tiene en demasía y viceversa. Aprender cómo hacer de las diferencias una ventaja para la relación, aprender cómo esas diferencias pueden satisfacerla en vez de erosionarla o gastarla, es de lo que trata la terapia de parejas.

La sexualidad femenina

Puesto que la necesidad de intimidad es tan básica para las mujeres, es necesario que cada mujer la defina por sí misma

yin y yang

 y luego comunique su significado personal a su amante. Esto no es tan fácil de lograr. Por naturaleza y físico, las mujeres son introvertidas desde el punto de vista sexual; contienen su sexualidad. Sus órganos sexuales, sus zonas más sensibles son internas y están protegidas. No es difícil comprender cómo podría afectar esto en la habilidad de la mujer para hablar sobre sus sentimientos sexuales más profundos, de lo reservada que podría sentirse respecto de ellos. Pero una mujer tiene que hacer que su amante comprenda lo que significa la intimidad. Cuando lo consiga, su esfuerzo le será recompensado mil veces.

La sexualidad masculina

La naturaleza sexual del hombre es fundamentalmente extrovertida y proyecta muestras físicas obvias sobre lo que le excita. Dicho de forma simple, el sexo excita a la mayoría de los hombres. El sexo les hace apasionados. Los hombres aman el sexo: les encanta dos cuerpos desnudos y entrelazados juntos y se vuelven locos con las mujeres que aman el sexo.

La mayoría de las mujeres desean una experiencia de amor sentido de corazón o lleno de alma; la mayoría de los hombres quieren una experiencia glandular. Así aparecen dos opuestos, y si iniciamos una lucha de poder, algo bastante frecuente dentro de la relación, el más fuerte o el que domina más dentro de la relación se lleva a su terreno el tipo de sexualidad o relación en la que se identifica y el que se somete tarde o temprano acumulará rabia e indignación por la falta de elección. Si el hombre y la mujer además de comprender, aceptan estas diferencias entre género ambos pueden crear un tipo de relación en donde el respeto, el amor, la inclusión estén presentes y se completen. Si una mujer se siente amada y respetada en su tiempo, ritmo, ciclicidad interna, será sumamente erótica y sensual, jugosa, apasionada, amorosa,… pero cuando falta la intimidad es difícil para muchas mujeres sentir pasión o estar satisfechas, y cuanta más intimidad falte en una relación, más desapasionada e insatisfecha, sola, se sentirá la mujer.

En la terapia de parejas doy herramientas para fomentar esta intimidad. Una de ellas es introducir la respiración consciente paraAbrazo de cucharita abandonar la mente y bajar al cuerpo y sentir; sentir el cuerpo físico y el emocional, el energético en uno mismo y en su pareja, también trabajamos con distintas posturas, abrazos, para crear un espacio de intimidad entre ellos en donde los amantes puedan darse y recibir energía. Trabajo con la mirada y otras técnicas que ayudan a crear intimidad y que luego pueden aplicar en su hogar y nido de amor.

Continuará… Y hablaré sobre la anorgasmia vaginal femenina, la ley de atracción, polaridad entre géneros, el yin y el yang en el acto sexual y muchas cosas más… En breve…

Puedes contactar directamente conmigo y solicitar información…

Esther Farga

Analista Psico Corporal

Terapia de parejas y trastornos sexuales

Son muchos los conflictos que aparecen dentro de la pareja y desafortunadamente, cada vez con mayor frecuencia en nuestra época, son muchas también las relaciones que se rompen por falta de diálogo y comprensión, incrementando las riñas, los reproches y los resentimientos. Poco a poco, uno o ambos miembros, dejan de compartir su mundo interior, sus preocupaciones, sus ilusiones y se van cerrando en su mundo y para cuando uno se da cuenta es tal el distanciamiento y el grado de separación que es más fácil renunciar y optar por una ruptura y a veces, incluso, por una relación nueva que intentar solucionar el conflicto, pues es al permanecer en el conflicto donde encontramos el crecimiento…

Actualmente estamos sufriendo una crisis emocional colectiva y generacional… La cultura en la que vivimos no ayuda en absoluto al acercamiento, a la intimidad… Y el rol del hombre y la mujer está desdibujado y confundido por creencias que lo único que hacen es desempoderar a ambas partes contribuyendo al aislamiento y la soledad por la falta de comunicación íntima, al dolor y la angustia, rabia, resentimiento, enfado, juicios dentro de la pareja, no aceptación, cansancio y finalmente llega la ruptura en muchos casos si no se toman medidas…

Esta plaga o crisis está afectando todo lo que tiene que ver con lo emocional dentro del hombre y la mujer… El hombre en esta cultura patriarcal ha sido educado para no sentir, no llorar, no expresar debilidad, triunfar en lo profesional, ser fuerte “los niños no lloran” y por tanto para no compartir sus sentimientos más profundos y mostrar así su vulnerabilidad, su auténtico poder y presencia… Viéndose a veces, incluso, afectada su sexualidad… La mujer de hoy viendo que lo que realmente se valora en esta sociedad son todos aquellos aspectos relacionados con el poder, la fortaleza, el éxito, dinero, prestigio, reconocimiento… Cansada de no ser reconocida en su autoridad emocional, empieza a querer imitar los roles masculinos de un modo inconsciente para ser vista, reconocida y honrada, llegando a dudar de quien es y lo que siente, adoptando otras estrategias de supervivencia dentro y fuera de la relación (ataque, ausencia, sumisión, victimismo, …) lo mismo hace el hombre, pues ambos han perdido la confianza en ellos mismos y ya no saben si lo que sienten es amor, debilidad y aparece la dominación y la sumisión entre ambos y en donde cada miembro adoptará el rol que le ha sido más fácil… Siempre de un modo inconsciente y sin elección, normalmente…

Tras la luna de miel en la que se encuentran los enamorados la relación empieza a convertirse en auténtica y ambos traen aspectos de su sombra en la relación, empieza a aparecer el condicionamiento distorsionado que han heredado normalmente de sus progenitores, sociedad, entorno, y las dificultades de relación e intimidad afloran dentro de la relación, aparece la víctima y el/la verdugo en escena.

La terapia de pareja se centra en hacer uno o varios encuentros juntos con la pareja para abordar el conflicto general de la relación, en función de cada caso optamos por continuar el trabajo individualmente o en pareja aunque la experiencia me dice que la mayoría de conflictos son individuales de cada uno… O ambos tratamientos simultáneamente. Siempre según la necesidad y consenso de cada miembro.

Impotencia sexualLas disfunciones sexuales se tratan normalmente de manera individual, fuera de lo que es normalmente la terapia de parejas, pues suelen ser debido a miedos inconscientes de la persona, a una dificultad para abandonarse al control, rendirse, temor a veces a lo femenino o masculino, rabia latente, frustración, posible relación incestuosa, abusos, castración de alguna figura parental que lo/la reprimió, etc. Para esto es importante abordar la terapia psico corporal para resolver primero la parte psicológica para después desbloquear aquello que en el cuerpo está reprimido en forma de bloqueos, tensiones, …

Podeís tener más información sobre sexualidad consciente haciendo click aquí: https://estherfarga.com/2013/09/08/sexualidad-consciente/ . Disponéis de más artículos relacionados dentro del menú BLOG ACTIVO

Para más información…

Esther Farga

Analista Psico Corporal

La plaga emocional

La plaga emocionalWilhelm Reich utiliza el término “plaga emocional” para referirse al estado de insalud propia del individuo y la sociedad actual. Esta plaga afecta a las relaciones humanas, en el trabajo, en la forma de cuidar y habitar el medio en donde vivimos, educar a nuestros hijos, en nuestra economía, motivaciones, intereses… 

No existe un fundamento para el supuesto de que la plaga pasa de madre a hijo en forma hereditaria o genética. Diríamos más bien que se la implanta en el niño desde el primer día de su vida mediante la relación y convivencia en un medio afectado por esto que podríamos perfectamente denominar pandemia. Podríamos decir que es una enfermedad epidémica, como lo es el cáncer, el sida, la esquizofrenia,… aunque como la configuran la mayoría de las personas está totalmente normalizada; se manifiesta o contagia esencialmente en el vivir social. Así pues la mayoría de las enfermedades son biopatías resultantes de la plaga emocional en la vida social, enfermedades que se expresan en forma física o psicológica.

Las personas aquejadas de la plaga emocional creen que sus actos van dirigidos a un objetivo concreto pero no es así, el individuo afectado se autoengaña creyendo que hace las cosas por un motivo y desconoce la causa original, que normalmente gira entorno a salvaguardar sus miedos inconscientes, miedo a la frustración, miedo a la pérdida del objeto amoroso, herida narcisista, angustia, y por los cuales se defiende con sus propias estrategias de superviviencia: ataque, sumisión, ausencia, aislamiento, … utilizando la arrogancia u omnipotencia o el victimismo y la represión para alcanzar sus metas. 

“La plaga emocional asume las dimensiones de una pandemia, en forma de una gigantesca irrupción de sadismo y criminalidad, tal como la Inquisición católica de la Edad Media o del fascismo internacional de nuestros días.” (Wilhelm Reich)Wilhelm Reich la plaga emocional

Es por esto que a esta plaga emocional no se la puede reducir con la porra del policía, o la amonestación, pues conseguimos el efecto contrario, que se reproduzca aún con más facilidad a través del odio y el resentimiento, la desconfianza, si no que hay que tratarla como una enfermedad, con medicina (solo en los casos que realmente sea necesario) y educación emocional. Es debido a esto que la mayoría de presos deberían ser tratados como enfermos en centros terapéuticos y no como delincuentes…

Según Wilhelm Reich la plaga emocional proviene siempre de una frustración genital y se puede curar mediante el establecimiento de la capacidad natural de amar. Todos estamos expuestos a ella y todos, incluso el individuo más sano, tiene en algún momento reacciones con el mundo de tipo epidémicas, tales como sadismo, difamación, envidia, odio, … Esta plaga se hace también extensible en nuestras instituciones, gobernantes, … Y aunque si no la tratamos se vuelve crónica en el individuo y la sociedad, lo cierto es que se puede remitir con voluntad y elección.

Nos sorprende encontrar personas honestas y sinceras, cuando esto parecería lo más normal del mundo y sin embargo cuando las encontramos nos sorprendemos y las admiramos. Precisamente es esta plaga lo que hace dificultoso estos valores en las personas debido a la desconfianza en el otro. Hemos nacido en una sociedad que viene marcada por la herencia cultural de nuestros antepasados, con sus estrategias de supervivencia, patrones de conducta adquiridos, condicionamiento, heridas, miedos, que configuran nuestro ego… Esto es lo que hereda cada generación al llegar a este mundo y esto es lo que conforma esta plaga emocional a la que me refiero. Cómo hacer para que esta plaga no afecte a nuestros hijos es en la práctica imposible en su totalidad pero sí podemos lograr que ellos puedan vivir de un modo más sano si los educamos emocionalmente para que confíen en sus sentimientos, en sus deseos, elección vital, aficiones, sepan amarse y respetarse y poner límites a la invasión para que puedan vivir más allá de lo que el imperativo social requiere o les exige, esto sería lo que Michel Onfray en el libro “la construcción de uno mismo” refiere a la figura del anarca, aquél que vive fuera de los confines que la sociedad impera.

El paso más importante para salir de la plaga es reconocer que algo en nosotros no marcha del todo bien, cuestionarse y pedir ayuda, su terapeuta le ayudará a salir de los confines de esta plaga. Muchos de sus patrones de conducta han sido heredados por la educación que usted ha recibido en su hogar, y tal vez ha llegado el momento de replantearse si usted quiere seguir soportando la herencia de una cultura que no le permite ser individual y único, libre, irrepetible… o por el contrario seguir enfermando…

Cuando yo era niña me regalaron un reloj y lo primero que me dijeron es que debía ponérmelo siempre en el lado izquierdo, crecí y había integrado tanto esto que jamás me planteé la posibilidad de ponérmelo en el lado derecho… Lo mismo sucede en nuestra psique, cada dogma o educación que hemos recibido, metarrelatos, llega un día en el que podemos cuestionarnos si esto realmente es así o si podemos elegir ser de otra manera, esto es, separarnos del padre y la madre, la sociedad, a un orden simbólico para conformar nuestra propia identidad y elegir ser y reinventarnos, igual que el ejemplo del reloj estoy convencida de que usted dio por válidos muchos metarrelatos que estructuraron su psique. De niño esto le protegió pues algunas bases tenía que tener pero ahora de mayor tal vez ya no le sirven…

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Esther Farga

Analista Psico Corporal

Insomnio

InsomnioEl insomnio

El insmonio es un trastorno que afecta al sueño, al reposo y es bastante común en las personas. No hace falta que mencione los efectos nocivos que tiene para la salud la dificultad de conciliar el sueño y que giran entorno al cansancio, agotamiento pero también tiene efectos nocivos en nuestros procesos biológicos internos, el cuerpo tiene que poder «morir» cada noche para poder «nacer» a un nuevo día.

Hay dos o tres tipos de insomnio según se mire, aunque se puede englobar en dos básicamente, el primero consiste en la dificultad de conciliar el sueño sufriendo la persona de largas horas despierto antes de rendirse a la noche y el otro consiste en poder dormirse pronto pero despertarse a una hora intempestiva de madrugada y ya no poder seguir conciliando el sueño. El tercer tipo de insomnio que algunos englobamos junto con el segundo sería aquél más camuflado y aceptado en sociedad consistente en poder conciliar el sueño, dormir de un tirón casi toda la noche pero despertarse muy pronto por la mañana haciendo que la persona se levante muy temprano y empiece su rutina a horas intempestivas. Aunque en ambos casos se trata de insomnio el origen remite a causas totalmente distintas.

El primer tipo de insomnio responde a un estado de stress crónico continuo consistente en una dificultad de abandonarse al control que supone el estado de vigilia, rendirse, por miedos inconscientes que hacen que la persona no pueda abandonarse, es como si su cuerpo estuviera siempre en una situación de peligro y no pudiera despistarse, relajarse….

El segundo tipo de insomnio es aquél que permite a la persona dormirse pero en cuestión de unas horas volverse a despertar siendo de madrugada aún sin poder volver a dormirse o hacerlo muy poco rato antes de tener que levantarse, éste responde más a un estado depresivo de tipo inconsciente, una angustia, sufrimiento, dolor, está latente pero no manifiesto en muchas ocasiones… Esto es, a veces la persona es consciente de ello y en otras no…

Insomnio 2En ambos casos se puede resolver el problema desde la terapia psico corporal. Por un lado, desde la parte psicológica para tomar conciencia del por qué se protege la persona o la causa de ese estado de stress, para desde el lado meramente corporal pasar a trabajar el estiramiento y relajación de la base del cráneo, cervicales, occipitales, cara, … y cuerpo en general para favorecer el equilibrio del sistema nervioso que es el que está siendo afectado en ambos tipos de insomnio.

Sea como sea, el insomnio pone de manifiesto el grado de control, miedos, que está sufriendo la persona y que va más allá de su propia voluntad el poder resolverlo pues se trata en ambos casos de aspectos meramente inconscientes y de ámbito psicológico.

A veces puede ser debido a una separación o muerte de un ser querido pero en muchos casos es inherente a la persona desde temprana edad. Cuando el insomnio se ha hecho crónico pone de manifiesto un conflicto ancestral, cuando es más reciente acontece a hechos traumáticos que han sucedido normalmente cercanos al momento actual. Sea como sea en ambos casos se pueden resolver, la única diferencia es que cuanto más tiempo permanece una disfunción más tiempo cuesta resolverla así que siempre aconsejo no alargar más la problemática y buscar ayuda externa fuera de lo que son los tratamientos convencionales que lejos de resolver el problema lo hace más crónico y en la mayoría de casos la dolencia es agravada por los efectos secundarios del medicamento.

Aunque desde la medicina convencional se trata cualquier alteración del estado de la salud como enfermedad, desde APCI se contempla como un desequilibrio, una disfunción y entonces, es un poco contradictorio tratarlo como una enfermedad… Llamarlo enfermedad es como decir que esto es irrevocable, irremediable y claro, desde la medicina alopática esto es así, pues se limitan a recetar ansiolíticos, somníferos para combatir este desequilibrio, en la práctica de mi trabajo me he dado cuenta de que cerca del 90% de las «enfermedades» que se tratan como crónicas no lo son si no que tienen solución desde el ámbito de la terapia psico corporal y otros tratamientos naturales.

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Esther Farga

Analista Psico Corporal

¿Por qué enfermamos?

Desde la medicina occidental el por qué enfermamos se podría explicar desde la óptica y funcionamiento del sistema nervioso neurovegetativo, si tenemos en cuenta la medicina hindú se podría explicar desde la perspectiva de los chacras energéticos, desde la medicina china se contemplaría desde la óptica de los puntos meridianos extendidos a lo largo de todo el cuerpo pero existen muchos más factores a tener en cuenta y desde APCI tratamos de contemplarlos e incluirlos todos en cada circunstancia y en cada cuerpo…

En este artículo explicaré el funcionamiento del sistema nervioso neurovegetativo que es el más cercano a nuestra cultura, podréis disponer de más información buscando por internet, yo os lo explicaré con un lenguaje claro y entendedor, dirigido a mis pacientes y personas no expertas deseosas de conocer la génesis de la enfermedad.

El sistema nervioso neurovegetativo está ligado al ámbito inconsciente (psique), a diferencia del sistema nervioso central que está más ligado al yo, al control, por eso al sistema nervioso neurovegetativo también se lo denomina sistema nervioso autónomo o inconsciente, porque va por su cuenta, a despecho de este yo.

Sistema nervioso neurovegetativo
Sistema nervioso neurovegetativo

Mientas el sistema nervioso central parte de un tronco que es la médula espinal, cerebro, cerebelo y bulbo raquídeo y de aquí parten todos los nervios correspondientes y ramificaciones, el sistema nervioso neurovegetativo no es troncal, funciona como una especie de red formada por plexos que contienen ganglios, distribuidos a lo largo de todo el tronco que los interconecta de manera muy sutil pero no están organizados entorno a un eje. Este es el responsable de todas las funciones autónomas tales como la respiración, la asimilación de los alimentos, circulación, metabolismo, glándulas de secreción internas como tiroides, timo, cápsulas suprarrenales, también es el responsable de la sexualidad, etc. Pero está muy influenciado por el ámbito psíquico, emocional, por lo tanto toda la actividad reprimida del inconsciente tiene efectos directos en este sistema.

Está formado por dos subsistemas: el simpático y el parasimpático o vago.

El primero de ellos es activador de las funciones (yang), activa la circulación de la sangre, sube la tensión arterial, activa el peristaltismo para la digestión de los alimentos en el estómago, etc. Por eso es adrenérgico porque es un sistema que excita, crea adrenalina, noradrenalina, cortisol, etc. que son hormonas activadoras. Por ejemplo, una persona que nos altera, nos pone nerviosos nos activa el sistema simpático.

En el otro lado tenemos el parasimpático, se le llama también vago porque el principal nervio de este sistema se llama así. Este es desactivador (yin), esto es, frena la acción del anterior. Si solo hubiese un sistema que fuera activador por ejemplo para la tensión arterial se activaría el ritmo cardíaco hasta el infinito hasta que produciría el accidente cardiovascular. Este sistema es colinérgico (frena) porque la principal substancia es la acetil-colina, es una sustancia sedante, esto es, frena, acapara, tranquiliza,…

plexo solar sistema nervioso neurovegetativo
plexo solar sistema nervioso neurovegetativo

Los ganglios que se reúnen en plexos del simpático se encuentran entre la segunda vértebra dorsal y la segunda vértebra lumbar, formando distintos plexos. Está el plexo cardíaco que regularía las funciones del corazón, el plexo epigástrico en la boca del estómago, el plexo solar, plexo hepático, subplexos, y organizaciones de los ganglios del sistema simpático.

Los ganglios del parasimpático están localizados básicamente en la base del cráneo y del sacro, por eso hay una osteopatía que se llama sacro craneal, que su función básicamente es la de activar el sistema simpático. Aunque las fibras de estos sistemas se entrecruzan y no es tan evidente su delimitación pues encontramos ganglios de uno en la zona del otro y viceversa.

Ahora vamos a comprender mejor cómo incide nuestra psique en la alteración del sistema nervioso neurovegetativo y así llegaremos a la comprensión del por qué enfermamos.

Ante una situación de stress, amenaza, peligro, debida por ejemplo al exceso de trabajo, presión laboral, conflicto con la pareja, pérdida de amor, inseguridades sociales varias que nos hacen estar en conflicto con nuestro propio mundo interno, … el organismo detecta esta situación como peligro y activa el sistema simpático, al activarse este sistema suceden muchas cosas, la sangre tiende a desaparecer de la superficie del cuerpo que debe tonificarse para entrar en acción si quiere escapar o reaccionar ante una circunstancia estresante (de ahí se explica el por qué de tantas tensiones musculares y oseas), irriga más el córtex cerebral (control) que se activa para hacer frente a la situación de peligro  y activa también el ritmo cardíaco, sube la tensión arterial, … digamos que el organismo se prepara para la guerra, se produce también un cierre de esfínteres y se favorecen aquellas funciones que son más vitales y urgentes para hacer frente al peligro que no aquellas que son innecesarias en estas circunstancias, como sería por ejemplo la digestión, el movimiento peristáltico, la secreción, la evacuación de las heces, el ciclo menstrual, todas estas funciones quedan relevadas porque en momentos de stress o peligro se prioriza por la situación de emergencia en detrimento de otras funciones menos importantes, hacer pipí en un momento de stress, pánico, no es importante, como tampoco lo es que los riñones o el hígado filtren bien, y por tanto hay una concentración de la energía, de la lívido hacia el interior del yo. Se segrega adrenalina (genera agresividad), noradrenalina, cortisol (inhibe el sistema inmunitario, baja las defensas) en la sangre que ya hemos dicho que son hormonas activadoras y una vez superada la situación de peligro entra en acción el parasimpático y así el organismo se recupera, por eso muchas personas tras socorrer a un accidentado reaccionan de manera muy lúcida y una vez puesta a salvo la persona este puede tener una lipotimia como consecuencia de la entrada en acción del parasimpático. En un organismo sano tales activaciones tendrían la misma intensidad, esto es, si hemos sometido a nuestro cuerpo a un grado elevado de stress (simpaticotonía) con la misma intensidad tendría que entrar en funcionamiento el parasimpático. 

Ocurre en muchos casos que tras un periodo prolongado de stress crónico continuo el parasimpático no entra en acción o lo hace en menor

ENFERMEDAD
ENFERMEDAD

medida que el anterior y es cuando se produce el desequilibrio en el organismo favoreciendo la enfermedad. En la sociedad occidental, por lo común, y debido a la cultura patriarcal principalmente, es bastante más frecuente que sea el sistema simpático el que se instala y es el parasimpático el que no entra en acción. Esto sucede bien por estar en conflicto con el mundo exterior o bien con el interior.

Cuando alguien sufre de contracturas crónicas o cualquier tipo de enfermedad, es porque su organismo vive en un estado de stress crónico continuo, es decir, dominado por miedos inconscientes.

La depresión vendría a ser por ejemplo el efecto contrario. La persona durante tiempo, ha estado dominada por el sistema simpático, más propiamente regido por aspectos hacedores, propios de la autoexigencia, esuferzo, competitividad, superación… cuando el parasimpático (sedante) no puede entrar en acción el cuerpo va sometiéndose a tal grado de stress que solo puede hacer dos cosas, o bien interrumpir ese estado con infartos, ictus, muerte… o bien entrando el parasimpático de un modo súbito en acción inhibiendo así a la fuerza el simpático, esto es, dejándolo anulado pasando al efecto antagónico, la persona en este momento es incapaz de hacer nada, le falta el ánimo, aparece la desmotivación, cansancio, depresión,… este segundo estado es más propio de la salud que de la enfermedad, al contrario de lo que muchos piensan, pues solo desde aquí podemos resolver el problema puesto que la persona desde este estado en el que se encuentra solo desea y puede hacer una cosa, curarse. Serían los casos de  depresión, fibromialgia, síndrome de fatiga crónica, cáncer e incluso resfriados, otitis, problemas de obesidad y un largo etcétera.

Insomnio
Insomnio

Vamos a explicar ahora el por qué del insomnio y así irá quedando más clara esta explicación:

Supongamos una persona que no puede entrar en parasimpaticotonía (relajación), y por tanto no puede conciliar el sueño debido al exceso de excitación, control, etc. probablemente la persona al día siguiente para mantenerse despierto tomará cafés o excitantes e irá a despecho de su estado físico, cansancio, con lo cual se asegurará aún más la simpaticotonía porque al generar más adrenalina más le costará dormir, menos descansará y derivará en el stress crónico continuo por no poder salir de ese círculo vicioso.

Ahora hablaremos de los sentimientos, emociones propias de los distintos sistemas:

En simpaticotonía (yang) sentimos más la agresividad, la rabia, la furia, aspectos más propios de autoconfianza, seguridad, vigorosidad, euforia, …

En parasimpaticotonía (yin) los sentimientos son más de tipo depresivo, miedos, inseguridad, vulnerabilidad, amor, …

Muchos fisioterapeutas ante una contractura severa debido a este desequilibrio que hace que la musculatura se tense y empuje la estructura ósea modificándola y desviándola de su eje anatómico favoreciendo la artrosis, tendinitis, … por poner algún ejemplo, lo que hacen es inyectar cortisona. Esto lo que provoca es activar aún más el sistema simpático, provocando cierre de esfínteres, hinchazón en los pies, retención de líquidos, produce diabetes,… así que yo aconsejo hacer un tratamiento psicocorporal profundo pues la cortisona vendría a ser como aquél refrán que dice:  “pan para hoy hambre para mañana”.

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Esther Farga

Analista Psico Corporal

Cómo afecta el stress en nuestra salud

Recientemente he publicado en este blog una entrada con el título «por qué enfermamos?», este vídeo que os adjunto a continuación y que he encontrado por la red, explica de un modo muy fácil y ameno cómo afecta el stress en nuestra salud. Muchas personas relacionan el stress con el trabajo pero este no es el único factor que incide en el stress, podríamos decir que el stress es un estado alterado de nuestra salud y algunos se estresan debido al trabajo, otros por conflictos dentro de la relación de pareja, otros debido a exigencias del exterior o del propio ser, en resumen, nuestra psique se ve afectada y debido a esto nos estresamos, pero las causas pueden ser infinitas. 

Os adjunto el link del video recomendado: https://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=_wPkBSvbbUk

Para más información…

Esther Farga

Analista Psico Corporal

Más información en: efarga@centreapcigirona.com o telf: 636.144.222